La International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics ha publicado un nuevo documento de consenso con el fin de actualizar los conocimientos adquiridos alrededor de los probióticos y revisa el nivel de evidencia necesaria para distintas indicaciones de salud.
Se cumplen 12 años desde que un grupo de expertos convocados por la FAO y la OMS revisara el concepto de ‘probiótico‘ y sus aplicaciones para la salud. Ese grupo de expertos propuso la definición de probióticos como «microorganismos vivos que administrados en cantidades adecuadas producen un beneficio en la salud». El término ‘microorganismo’ destacaba la idea de que no debía limitarse su aplicación únicamente a miembros del reino bacteriano , y la expresión ‘administrados’ (en contraposición a la versión inicial, que utilizaba ‘consumidos’) abría su campo de aplicación más allá del tracto digestivo (piel, vagina). Desde entonces, la ciencia alrededor de los probióticos ha ido progresando, especialmente en el ámbito de la alimentación, pero quizá con relativamente poco impacto en medicina clínica por el hecho de que la mayoría de los productos que se han desarrollado y comercializado son alimentos o suplementos nutricionales.
La International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics (www.isapp.net) es una entidad científica de carácter multidisciplinar y ámbito universal que tiene como misión promocionar el conocimiento científico de probióticos y prebióticos. En noviembre de 2013, esta asociación convocó a un grupo de expertos de distintos países con el fin de actualizar los conocimientos adquiridos en este área y proponer un consenso 12 años después del documento de la FAO/OMS. Nature Reviews Gatroenterology & Hepatology ha publicado el documento de consenso en su edición de junio de 2014. Básicamente, la principal novedad estriba en que la ciencia está descifrando la microbiota humana en su composición y características biológicas. Se están reconociendo las funciones beneficiosas de muchos microorganismos que no pertenecen al ámbito de la alimentación y podrán ser útiles en medicina clínica. Estas bacterias u microorganismos de otro tipo, si están bien caracterizados en sus funciones y pueden aplicarse en medicina por sus efectos beneficiosos sobre la salud, entrarían dentro del concepto de ‘probióticos’. Hay fundadas esperanzas de que el uso de microorganismos pueda ser útil para determinadas afecciones metabólicas o del sistema inmunitario.
Por otro lado, el documento refuerza la idea de que el sólo hecho de que se administren microorganismos vivos no justifica que un producto pueda denominarse probiótico. Es imprescindible que se demuestre científicamente que tales microorganismos ejercen un efecto beneficioso en la salud del consumidor. El documento revisa el nivel de evidencia necesaria para distintas indicaciones de salud, y destaca que los probióticos con funciones medicinales (tratar o prevenir enfermedades) requieren niveles más altos de evidencia.
Lecturas recomendadas
- Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO). 2002. Guidelines for the Evaluation of Probiotics in Food. ftp://ftp.fao.org/es/esn/food/wgreport2.pdf
- Hill C, Guarner F, Reid G, Gibson GR, Merenstein DJ, Pot B, Morelli L, Canani RB, Flint HJ, Salminen S, Calder PC, Sanders ME. Expert consensus document: The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics consensus statement on the scope and appropriate use of the term probiotic. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2014 Jun 10. doi: 10.1038.